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Los glúteos son uno de los grupos musculares más importantes, responsables de la estabilidad, el movimiento y la potencia. El hip thrust es un ejercicio excepcional para fortalecer los glúteos, pero la ciencia ha descubierto otro ejercicio que, cuando se combina con el hip thrust, maximiza los resultados.
El puente de glúteos es un ejercicio fundamental para complementar el hip thrust. Implica tenderse boca arriba, con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Eleva las caderas hasta que formen una línea recta desde los hombros hasta las rodillas. Contén brevemente y luego baja de nuevo a la posición inicial.
Al incluir el puente de glúteos en tu rutina de hip thrust, estás trabajando los glúteos desde diferentes ángulos, lo que promueve un desarrollo más completo. Además, el puente de glúteos ayuda a estabilizar la columna vertebral y la pelvis, lo que beneficia los ejercicios generales de la parte inferior del cuerpo.
Para obtener los mejores resultados, asegúrate de centrarte en la forma correcta, activando conscientemente tus glúteos durante ambos ejercicios. También puedes añadir peso para aumentar el desafío.
Al combinar el hip thrust con el puente de glúteos, puedes desbloquear todo el potencial de entrenamiento de glúteos. Este dúo dinámico fortalecerá y tonificará tus glúteos, mejorará tu estabilidad, prevendrá lesiones y mejorará tu postura general. ¡Así que integra estos ejercicios en tu rutina de entrenamiento y prepárate para cosechar los beneficios de unos glúteos fuertes y definidos!