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La FDA (Food and Drug Administration) es una de las organizaciones más potentes del mundo. Regula la seguridad de los alimentos, los medicamentos y los cosméticos en Estados Unidos. Sus decisiones tienen un impacto significativo en la salud de los estadounidenses.
En los últimos años, la FDA ha estado cambiando algunas de sus regulaciones sobre los alimentos. Estos cambios han generado preocupación entre algunos expertos en salud, que creen que podrían llevar a que los estadounidenses coman menos alimentos nutritivos.
Uno de los cambios más controvertidos es la nueva definición de "fibra dietética". La FDA solía definir la fibra dietética como cualquier carbohidrato que el cuerpo no puede digerir. Sin embargo, la nueva definición excluye algunos tipos de fibra, como la inulina y la oligofructosa.
Esto significa que algunos alimentos que antes se consideraban ricos en fibra ahora ya no lo son. Por ejemplo, el yogur y el pan integral contienen menos fibra según la nueva definición.
Además, la FDA también ha cambiado sus regulaciones sobre el azúcar añadido. El azúcar añadido es el azúcar que se añade a los alimentos durante el procesamiento. No es tan nutritivo como el azúcar natural que se encuentra en las frutas y verduras.
La nueva regulación de la FDA permite a los fabricantes de alimentos añadir más azúcar a sus productos sin tener que etiquetarlo como "azúcar añadido". Esto significa que será más difícil para los consumidores saber cuánta azúcar añadida están consumiendo.
Algunos expertos en salud están preocupados de que estos cambios puedan llevar a que los estadounidenses coman menos alimentos nutritivos. El consumo de fibra dietética se ha relacionado con una serie de beneficios para la salud, como un menor riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y diabetes tipo 2.
El consumo de azúcar añadido se ha relacionado con una serie de problemas de salud, como obesidad, caries dentales y enfermedades cardíacas.
Los expertos en salud creen que los cambios de la FDA podrían hacer que sea más difícil para los estadounidenses comer una dieta saludable. Instan a la FDA a reconsiderar sus cambios y a anteponer la salud pública a los intereses de la industria alimentaria.
Como consumidores, podemos hacer una serie de cosas para proteger nuestra salud:
Al tomar estas medidas, podemos ayudar a garantizar que tengamos acceso a alimentos nutritivos y saludables.