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En la madrugada de un día que parecía rutinario, un intento de hurto se convirtió en un accidente que mantuvo en vilo a los habitantes de Bogotá. Cerca de las 2 am , un ladrón al volante de una tractomula robada perdió el control, desatando el caos en la avenida Boyacá . La historia, aunque llena de angustia, tuvo momentos de heroísmo inesperados que vale la pena conocer.
El vehículo pequeño involucrado, un carro blanco que pasaba por el lugar en el momento del siniestro, llevaba a un hombre y a su hijo de 4 años . Según testigos, la comunidad no dudó en actuar con rapidez para auxiliar a los ocupantes. El niño, milagrosamente, salió ileso gracias a que viajaba en la parte trasera del carro, un detalle que, según las autoridades, fue clave para salvarle la vida.
Sin embargo, su padre no corrió con la misma suerte. Atrapado entre los hierros retorcidos del vehículo , necesitó la ayuda de los bomberos y equipos de rescate para ser liberado. Su estado de salud es delicado, con varias fracturas en las piernas, y permanezca bajo cuidado médico.
Las imágenes del accidente muestran la magnitud del impacto: la parte frontal del carro quedó completamente destruida, reflejo de la violencia del choque.
El conductor de la tractomula, quien iba en contravía en plena avenida Boyacá, intentó huir tras el accidente. Sin embargo, la Policía lo detuvo antes de que pudiera escapar. Aunque algunos ciudadanos intentaron agredirlo, las autoridades intervinieron para evitar un linchamiento. Ahora, el delincuente enfrenta un proceso judicial y se investiga si actuaba en complicidad con otros.
Este incidente no solo exponen los peligros de la delincuencia en las carreteras, sino también el impacto que puede tener en la vida de personas inocentes que están en el lugar equivocado en el momento equivocado.