He estado usando Windows 11 durante tres años: no aguantaba más y he vuelto a Windows 10
Después de soportar tres largos años de frustración y molestias, finalmente he vuelto a los brazos acogedores de Windows 10. La actualización de Windows 11, que prometía un sistema operativo revolucionario, no cumplió con las expectativas y dejó una estela de problemas en su estela.
El declive gradual de Windows 11
Menu Inicio desordenado: El menú Inicio rediseñado de Windows 11 era una pesadilla de desorden. Los programas anclados y las aplicaciones recomendadas estaban mezclados en un lío confuso, lo que hacía difícil encontrar lo que necesitaba rápidamente.
Barra de tareas capada: La barra de tareas también sufrió una degradación. La capacidad de arrastrar y soltar archivos en iconos de aplicaciones se eliminó, lo que agregó un paso adicional y engorroso a un proceso simple.
Widgets inútiles: Los widgets, promovidos como una característica innovadora, no aportaron ningún valor real. Eran redundantes con las aplicaciones existentes y consumían recursos del sistema innecesariamente.
El regreso triunfal de Windows 10
En contraste con las deficiencias de Windows 11, Windows 10 se destaca como un sistema operativo sólido y confiable. Su interfaz familiar, combinada con años de actualizaciones y mejoras, lo convierte en una opción superior para la productividad y el uso diario.
Beneficios de regresar a Windows 10
Menú Inicio intuitivo: El menú Inicio de Windows 10 es organizado y fácil de navegar, lo que le permite acceder rápidamente a sus programas y aplicaciones.
Barra de tareas funcional: La barra de tareas de Windows 10 es versátil y personalizable, lo que le brinda un control completo sobre las aplicaciones y funciones que desea tener al alcance de su mano.
Compatibilidad superior: Windows 10 tiene una amplia compatibilidad con hardware y software, lo que garantiza que sus dispositivos y aplicaciones seguirán funcionando sin problemas.
Rendimiento estable: Windows 10 se ha optimizado para brindar un rendimiento estable y receptivo, minimizando las interrupciones y mejorando su productividad.
Después de experimentar las deficiencias de Windows 11, mi regreso a Windows 10 ha sido un soplo de aire fresco. El menú Inicio intuitivo, la barra de tareas funcional y la amplia compatibilidad lo convierten en la opción superior para aquellos que buscan un sistema operativo confiable y eficiente. Mi consejo: si está luchando con Windows 11, no dude en volver a Windows 10. Sus frustraciones se disiparán rápidamente y su productividad se disparará.