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Un australiano se ha convertido en millonario gracias a un error inform谩tico de su banco que le dio acceso a dinero ilimitado en su cuenta.
El hombre, que no ha sido identificado, se dio cuenta del error cuando intent贸 retirar 20.000 d贸lares australianos de su cuenta y el cajero autom谩tico le dispens贸 50.000.
Sorprendido, el hombre regres贸 al banco y le inform贸 del error al cajero. Sin embargo, el cajero no pudo resolver el problema y le dijo que volviera m谩s tarde.
El hombre volvi贸 al banco al d铆a siguiente y se encontr贸 con que su cuenta ten铆a un saldo de m谩s de 1 mill贸n de d贸lares australianos.
El hombre no sab铆a qu茅 hacer. Consult贸 a un abogado, quien le aconsej贸 que no gastara el dinero ya que podr铆a tratarse de un error.
El hombre decidi贸 seguir el consejo de su abogado y esper贸. Pasaron varios d铆as y el banco no se puso en contacto con 茅l.
Finalmente, el banco descubri贸 el error y se puso en contacto con el hombre.
El banco le pidi贸 al hombre que devolviera el dinero, pero 茅l se neg贸. Argument贸 que el banco le hab铆a dado acceso al dinero por error y que, por tanto, era suyo.
El banco demand贸 al hombre y el caso fue a juicio.
El juicio dur贸 varios meses. El hombre fue defendido por el abogado m谩s caro de Australia, que argument贸 que el banco era el responsable del error y que el hombre no ten铆a la obligaci贸n de devolver el dinero.
El jurado deliber贸 durante varios d铆as antes de emitir su veredicto: el hombre no ten铆a que devolver el dinero.
El hombre sali贸 del juzgado como un hombre libre y millonario.
El error del banco tuvo un profundo impacto en la vida del hombre.
Dej贸 su trabajo y se compr贸 una mansi贸n en las afueras de S铆dney.
Tambi茅n invirti贸 su dinero en varios negocios, que ahora le generan ingresos pasivos.
El caso del australiano que se hizo millonario gracias a un error inform谩tico de su banco es una historia asombrosa que demuestra que todo es posible con un poco de suerte.
El hombre es ahora un recordatorio de que los errores pueden ser oportunidades disfrazadas.
Tambi茅n es un recordatorio de que nunca debemos dar nada por sentado, especialmente cuando se trata de nuestro dinero.