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La burbuja de los festivales de música y los conciertos caros empieza a pincharse. Tras años de crecimiento exponencial, el sector está mostrando signos de agotamiento. Los festivales están cancelando ediciones, los artistas están bajando sus honorarios y el público está optando por opciones más económicas.
En los últimos meses se han cancelado numerosos festivales, entre ellos el Mad Cool de Madrid, el Primavera Sound de Barcelona y el Coachella de California. Las causas son diversas, pero todas ellas apuntan a una disminución de la demanda. Los festivales están cada vez más caros, los carteles son menos atractivos y el público está saturado de oferta.
Los artistas también están empezando a bajar sus honorarios para poder tocar en festivales. En el pasado, los artistas podían pedir cantidades astronómicas, pero ahora están dispuestos a cobrar menos para poder seguir trabajando. Esto se debe, en parte, a la creciente competencia entre los festivales y a la disminución de la demanda.
El público también está optando por opciones más económicas. En lugar de gastarse cientos de euros en un abono para un festival, la gente prefiere comprar entradas individuales para conciertos más pequeños y asequibles. Esto se debe, en parte, a la crisis económica y a la creciente oferta de conciertos gratuitos.
Los expertos creen que el sector de los festivales de música y los conciertos caros está experimentando una "regresión a la media". Tras años de crecimiento exponencial, el sector está volviendo a sus niveles normales. Esto se debe a una combinación de factores, entre ellos la saturación de la oferta, la disminución de la demanda y la creciente competencia.
Es difícil decir qué le deparará el futuro a la industria de los festivales de música y los conciertos caros. Sin embargo, es probable que el sector siga experimentando cambios en los próximos años. Los festivales tendrán que adaptarse a las nuevas demandas del público, los artistas tendrán que bajar sus honorarios y el público tendrá que optar por opciones más económicas.