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Desde hace 18 años, el sistema de pensiones en España se encuentra bajo una amenaza constante de quiebra. Esta situación se debe a la jubilación de los baby boomers, nacidos entre 1946 y 1978, que han generado un aumento significativo en el número de pensionistas.
La generación del baby boom fue un período de gran crecimiento demográfico que tuvo lugar después de la Segunda Guerra Mundial. En España, esta generación representó un aumento de la población de alrededor de 9 millones de personas, lo que provocó un aumento de la presión sobre el sistema de pensiones.
Además del aumento de la población, la esperanza de vida también ha aumentado en España, lo que ha llevado a un mayor número de jubilados. Actualmente, la edad de jubilación en España es de 65 años, pero se espera que aumente gradualmente a 67 años en los próximos años.
La combinación del aumento del número de pensionistas y la disminución del número de trabajadores en activo ha provocado un déficit creciente en el sistema de pensiones. Este déficit se ha estimado en alrededor del 2% del PIB, lo que representa una carga financiera significativa para el gobierno.
Para cubrir el déficit, el gobierno ha recurrido a medidas como aumentar los impuestos, reducir las prestaciones y aumentar la edad de jubilación. Sin embargo, estas medidas han sido controvertidas y no han logrado resolver el problema a largo plazo.
Existen varias soluciones potenciales para la crisis de las pensiones en España, que incluyen:
La crisis de las pensiones en España es un problema complejo que requiere soluciones a largo plazo. El gobierno debe trabajar con los sindicatos, las empresas y los ciudadanos para encontrar soluciones sostenibles que garanticen el futuro de las pensiones.