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En un mundo dominado por la obsolescencia programada, la historia de los 7.000 ordenadores enterrados por Steve Jobs es un testimonio del perfeccionismo intransigente y la visi贸n futurista del ic贸nico cofundador de Apple.
A mediados de la d茅cada de 1990, Apple se encontraba ante una encrucijada: el lanzamiento del Newton MessagePad, un dispositivo pionero para su 茅poca, hab铆a sido un fracaso comercial rotundo. En un intento de recuperarse, Steve Jobs concibi贸 un plan audaz.
Jobs cre铆a que estos ordenadores mejorados podr铆an atraer a los usuarios que buscaban una alternativa econ贸mica a los nuevos y caros Macintoshes.
Sin embargo, el plan de Jobs se desmoron贸 cuando se dio cuenta de que el mercado para estos ordenadores reacondicionados era demasiado peque帽o. Los nuevos Macintoshes, con sus potentes procesadores y su interfaz intuitiva, hab铆an eclipsado a los ordenadores Apple II anticuados.
Con un inventario de 7.000 ordenadores invendibles en sus manos, Jobs se enfrent贸 a un dilema. Venderlos con p茅rdidas ser铆a una humillaci贸n para Apple, pero almacenarlos indefinidamente ser铆a un desperdicio de espacio y dinero.
En un acto extraordinario, Steve Jobs decidi贸 enterrar los ordenadores en un vertedero de Utah. Seg煤n los informes, los orden贸 apilar en una fosa profunda y cubrirlos con tierra.
El entierro de estos ordenadores fue un s铆mbolo de la implacable b煤squeda de la perfecci贸n por parte de Jobs. No estaba dispuesto a comprometerse con productos que no cumplieran con sus elevados est谩ndares, incluso si eso significaba enterrarlos en el olvido.
Aunque nunca se vendieron, los 7.000 ordenadores enterrados siguen siendo un recordatorio del legado de Steve Jobs. Representan su perfeccionismo implacable, su voluntad de asumir riesgos y su creencia en el poder de la tecnolog铆a para mejorar nuestras vidas.
Hoy en d铆a, los ordenadores enterrados son objeto de fascinaci贸n para los entusiastas de la tecnolog铆a y los historiadores. Han sido desenterrados y restaurados, ofreciendo una valiosa visi贸n de los primeros d铆as de la industria inform谩tica.
Aunque el plan de Jobs para revender los ordenadores Apple II mejorados fracas贸, su visi贸n general para Apple prosper贸. Bajo su liderazgo, Apple se convirti贸 en una de las empresas m谩s innovadoras y exitosas del mundo.
La historia de los ordenadores enterrados es un testimonio de que incluso los fracasos pueden conducir al 茅xito. La b煤squeda incesante de la perfecci贸n por parte de Jobs allan贸 el camino para los revolucionarios productos que han dado forma a nuestro mundo digital.
