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Un artículo reciente de una expatriada que vive en Japón ha encendido un acalorado debate sobre las prácticas laborales del país. En el artículo, la autora, que no se identifica, describe una cultura de exceso de trabajo, reuniones interminables y una falta de límites entre el trabajo y la vida personal que ha llevado a un aumento del agotamiento y la insatisfacción entre los empleados.
Según la autora, la práctica de karoshi, que se refiere a la muerte por exceso de trabajo, es un problema real en Japón. Ella cita el caso de un joven empleado de una empresa de publicidad que murió de un derrame cerebral después de trabajar más de 150 horas extras al mes.
Además del exceso de trabajo, la autora también critica la cultura de las reuniones constantes en Japón. Escribe que muchas reuniones son improductivas y una pérdida de tiempo, y que a menudo se utilizan para posponer la toma de decisiones.
Finalmente, la autora señala la falta de límites entre el trabajo y la vida personal en Japón. Ella escribe que muchos empleados se sienten obligados a responder a correos electrónicos y llamadas fuera del horario laboral, y que a menudo se espera que trabajen los fines de semana y días festivos.
Las críticas de la autora han resonado entre muchos trabajadores japoneses, quienes han compartido sus propias experiencias de agotamiento y frustración. Un empleado de una empresa de TI escribe: Estoy de acuerdo con todo lo que dice. He estado trabajando muchas horas extras y me siento muy estresado. A veces siento que me voy a volver loca.
Sin embargo, otros han defendido la cultura laboral japonesa, argumentando que es necesaria para el éxito económico del país. Señalan que Japón tiene una de las economías más fuertes del mundo y que sus empresas son conocidas por su eficiencia y productividad.
El debate sobre la cultura laboral japonesa seguramente continuará. Está claro que hay problemas con el sistema actual, pero encontrar una solución que funcione tanto para los empleadores como para los empleados será un desafío.
Hay una serie de cosas que las empresas japonesas pueden hacer para mejorar sus prácticas laborales.
Los empleados también pueden tomar medidas para mejorar su propio bienestar.
Mejorar la cultura laboral japonesa es un desafío, pero es uno que vale la pena abordar. Al tomar medidas para reducir las horas extras, hacer que las reuniones sean más productivas y establecer límites entre el trabajo y la vida personal, las empresas pueden crear un lugar de trabajo más saludable y productivo.