Inyección de malware: Los atacantes utilizan dispositivos USB-C infectados para instalar malware en los sistemas informáticos de las vÃctimas. Este malware puede robar contraseñas, datos financieros o tomar el control de las funciones del sistema.
Acceso no autorizado a datos: Los dispositivos USB-C pueden usarse para acceder a datos confidenciales almacenados en computadoras o dispositivos móviles. Esto puede incluir documentos financieros, archivos de salud y otras formas de información privada.
Robo de identidad: Los ciberdelincuentes pueden utilizar los USB-C para robar información personal, como números de Seguro Social, fechas de nacimiento y direcciones. Esta información se puede utilizar para el robo de identidad o el fraude financiero.
Ataques de cable trampa: Los atacantes crean cables USB-C modificados que contienen hardware malicioso. Cuando el cable está conectado a un dispositivo, el hardware malicioso permite a los atacantes acceder al sistema y robar datos.
Cómo protegerse
Protegerse de los ataques USB-C requiere una combinación de medidas de seguridad y prácticas conscientes:
Evite conectar dispositivos USB-C desconocidos: Nunca conecte un dispositivo USB-C a su computadora o dispositivo móvil si no está seguro de su procedencia.
Utilice dispositivos USB-C de fuentes confiables: Solo compre dispositivos USB-C de fabricantes y minoristas acreditados.
Mantenga actualizado su software: Los fabricantes de dispositivos lanzan regularmente actualizaciones de software para corregir vulnerabilidades de seguridad. Mantenga su sistema operativo y software antivirus actualizados para minimizar el riesgo de ataques.