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En el amplio y diverso panorama del cine de ciencia ficción, hay una película que brilla con luz propia pero que, lamentablemente, ha permanecido injustamente olvidada a lo largo de los años. Me refiero a Moon, la ópera prima de Duncan Jones, hijo del legendario David Bowie.
Estrenada en 2009, Moon nos traslada a un futuro cercano en el que la Tierra ha agotado sus recursos naturales. Para paliar esta escasez, la empresa Lunar Industries ha establecido una base minera en la Luna, donde extrae helio-3, un combustible vital para la supervivencia de la humanidad.
Sam Bell (Sam Rockwell) es un astronauta solitario que lleva tres años trabajando en la base. Está llegando al final de su contrato y está ansioso por volver a casa con su esposa e hija. Sin embargo, a medida que se acerca el día de su partida, Sam comienza a experimentar extraños sucesos que le hacen cuestionar su cordura y la verdadera naturaleza de su misión.
El reparto de Moon es excepcional. Sam Rockwell ofrece una interpretación poderosa y conmovedora como Sam Bell. Aporta un profundo patetismo y una humanidad desgarradora a un personaje que lucha contra la soledad, la duda y los dilemas morales.
El diseño de producción de Moon es asombroso. La base lunar está representada con un detalle impresionante, creando una sensación de aislamiento y claustrofobia que se intensifica a medida que avanza la trama.
Pero lo que realmente distingue a Moon es su guión inteligente y cautivador. La película explora temas profundos como la identidad, la memoria y las consecuencias éticas de la clonación. El director Duncan Jones maneja estos temas con habilidad y matices, creando una experiencia cinematográfica verdaderamente conmovedora.
Los fans de 28 días después, la película de terror y zombis aclamada por la crítica, sin duda reconocerán la impronta de Danny Boyle en Moon. Tanto Boyle como Jones comparten una afinidad por los protagonistas solitarios, las atmósferas opresivas y los dilemas morales en el corazón de sus historias.
Al igual que 28 días después, Moon es una película que se queda contigo mucho después de los créditos finales. Es una exploración humana y desgarradora de las profundidades de la psique humana y las implicaciones morales de nuestra búsqueda de conocimiento y progreso.
A pesar de su brillantez, Moon no ha recibido la atención y el reconocimiento que merece. Esto se debe en parte a su modesto presupuesto y al hecho de que fue lanzada en un momento en que el público estaba más interesado en películas de ciencia ficción de gran presupuesto con efectos especiales espectaculares.
Sin embargo, Moon es una película que trasciende las limitaciones de su presupuesto. Es una historia poderosa y conmovedora que se basa en la fuerza de sus interpretaciones, su guión y su diseño de producción.
Es hora de que Moon salga de las sombras y ocupe su lugar entre las películas de ciencia ficción más grandiosas jamás realizadas. Es una película que merece ser vista y apreciada por una audiencia más amplia. Su mensaje y sus temas seguirán resonando con nosotros durante muchos años más.
Si buscas una película de ciencia ficción inteligente, inquietante y profundamente conmovedora, Moon es una visita obligada. Está disponible para transmitir en Disney+ y seguramente se convertirá en una de tus favoritas.