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Desde su debut en 2020, la serie de HBO The Last of Us ha cautivado a críticos y espectadores por igual por su historia cautivadora, sus personajes entrañables y su impresionante fidelidad al material original del videojuego. Sin embargo, una diferencia notable entre el juego y la serie ha suscitado cierta discusión: el físico de Abby Anderson.
En el videojuego original, Abby es una mujer enormemente musculosa y físicamente imponente. Su apariencia refleja su papel como ex soldado de los Luciérnagas y su destreza en el combate cuerpo a cuerpo. Muchos fanáticos del juego apreciaron la representación de una mujer fuerte y empoderada en un medio dominado por los personajes masculinos.
En la serie de televisión, la actriz Laura Bailey interpreta a Abby, quien exhibe un físico más delgado y atlético. Esta decisión ha generado reacciones encontradas entre los fanáticos, algunos elogiando la interpretación más realista del personaje y otros lamentando la pérdida de su impresionante presencia física.
Recientemente, los creadores de la serie, Craig Mazin y Neil Druckmann, abordaron la controversia del físico de Abby en una entrevista con el medio de videojuegos IGN.
Mazin explicó que la apariencia más delgada de Abby en la serie era una decisión intencional, basada en consideraciones prácticas.
Queríamos que Abby fuera una amenaza creíble, pero también queríamos que fuera alguien con quien el público pudiera identificarse. Una Abby demasiado grande podría haberse sentido caricaturesca o ajena a la audiencia.
Druckmann agregó que la serie se enfoca en el viaje emocional y psicológico de los personajes, en lugar de sus atributos físicos.
La historia de Abby no es sobre su musculatura. Es sobre su redención, su crecimiento y su lucha por encontrar su lugar en este mundo apocalíptico.
Las reacciones de los fanáticos a la decisión de los creadores han sido variadas.
La decisión de los creadores de The Last of Us de representar a Abby con un físico más delgado en la serie de televisión ha suscitado reacciones encontradas entre los fanáticos. Si bien algunos aprecian la interpretación más realista del personaje, otros lamentan la pérdida de su impresionante presencia física. En última instancia, la decisión de cómo representar a Abby es subjetiva y depende de las prioridades artísticas y prácticas de los creadores.
Queda por ver cómo la audiencia en general responderá a la iteración de Abby en la serie, pero está claro que los creadores han tomado una decisión deliberada y bien informada sobre su apariencia. La evolución de Abby a lo largo de la serie seguirá siendo un tema de interés y discusión, a medida que los espectadores profundizan en su viaje complejo y emocional.