El amor y el odio por "Lo odio, por no decir otra cosa": Una batalla de opiniones entre los titanes del cine

Lo odio, por no decir otra cosa: El intocable clásico del western que Tarantino no soporta, mientras que Spielberg y Scorsese lo idolatran

La polarización que genera El bueno, el feo y el malo

En el panteón de clásicos intocables del cine, El bueno, el feo y el malo (1966) se erige como un faro de controversia y polarización. Esta épica del spaghetti western, dirigida por Sergio Leone y protagonizada por Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef, ha cosechado tanto aduladores como detractores a partes iguales.

La desaprobación de Tarantino

Entre los críticos más acérrimos se encuentra el aclamado director Quentin Tarantino. En una entrevista de 1998, Tarantino declaró su odio por la película, calificándola de un desastre y la peor película del oeste jamás realizada. Su aversión se centra principalmente en la violencia exagerada de la película, que consideró gratuita y sin sentido.

La veneración de Spielberg y Scorsese

En un marcado contraste, dos de los gigantes del cine, Steven Spielberg y Martin Scorsese, consideran El bueno, el feo y el malo como una obra maestra. Spielberg elogió la cinematografía magistral de Leone y el poder narrativo implacable de la película. Scorsese, por su parte, alabó la actuación fascinante de Eastwood y la atmósfera única creada por la partitura de Ennio Morricone.

Los patrones de escritura distintivos de Sergio Leone

Más allá de la controversia que la rodea, El bueno, el feo y el malo es un testimonio de los patrones de escritura únicos de Sergio Leone. Estos incluyen:

• Fuerte simbolismo y mitología: Leone infunde sus westerns con una rica capa de simbolismo y referencias mitológicas, empapando sus historias con temas universales de honor, redención y venganza.


• Escenas panorámicas y épicas: Las películas de Leone se caracterizan por sus imponentes tomas panorámicas y secuencias de batallas épicas, que capturan la vasta escala y el espíritu indómito del salvaje oeste.


• Tempo lento y deliberado: Leone adoptó un enfoque deliberado y pausado en su narración, lo que permitió que la tensión creciera lentamente y que los momentos culminantes tuvieran un impacto devastador.


• Diálogos escasos y concisos: Leone creía en el poder de la imagen y el silencio, utilizando diálogos mínimos para crear una atmósfera de misterio e intriga.

El legado perdurable de El bueno, el feo y el malo

A pesar de las críticas de algunos, El bueno, el feo y el malo sigue siendo una piedra de toque en el género occidental y un logro cinematográfico sin precedentes. Su influencia se puede sentir en innumerables películas posteriores, desde Los odiosos ocho de Tarantino hasta Django desencadenado de Scorsese.

Los personajes icónicos de la película, particularmente el enigmático Hombre sin nombre de Eastwood, se han convertido en sinónimos del género western y continúan fascinando al público. Y la partitura musical inolvidable de Morricone se ha convertido en un himno instantáneamente reconocible de la era dorada del cine western.

Ya sea que la ames u odies, El bueno, el feo y el malo es una película que no deja a nadie indiferente. Su polarización en sí misma es un testimonio de su poder perdurable y su lugar como un clásico intocable en la historia del cine.