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La Unión Europea ha anunciado su intención de prohibir la venta de coches nuevos de combustión interna a partir de 2035. Esto significa que, a partir de esa fecha, solo se podrán vender coches eléctricos, de hidrógeno o de otros combustibles alternativos.
Ante esta situación, la industria del automóvil ha empezado a buscar alternativas para poder seguir ofreciendo coches con motores térmicos, y una de las opciones que más fuerza está cogiendo son los combustibles sintéticos.
Los combustibles sintéticos son combustibles producidos a partir de fuentes renovables, como el hidrógeno o la biomasa. Estos combustibles tienen las mismas propiedades que los combustibles fósiles, por lo que pueden utilizarse en los motores de combustión interna tradicionales.
Los combustibles sintéticos tienen varias ventajas sobre los combustibles fósiles:
Sin embargo, los combustibles sintéticos también tienen algunas desventajas:
A pesar de las desventajas, los combustibles sintéticos tienen el potencial de desempeñar un papel importante en la transición hacia un futuro sin combustibles fósiles. Si se consiguen superar los retos actuales, los combustibles sintéticos podrían permitir seguir utilizando los motores térmicos sin dañar el medio ambiente.
La Unión Europea ha anunciado que apoyará la investigación y el desarrollo de los combustibles sintéticos. Si se consigue hacer viables los combustibles sintéticos, podrían convertirse en una alternativa real a los combustibles fósiles y ayudar a desterrar los coches de combustión en 2035.