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Un estudio reciente ha revelado un vínculo sorprendente entre la función visual y el riesgo futuro de demencia. Los investigadores encontraron que los problemas de visión, incluso en personas sanas sin otros síntomas cognitivos, pueden predecir la pérdida de memoria hasta 12 años antes de que se diagnostique.
La retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo, juega un papel crucial en la función cognitiva. La retina contiene células ganglionares de la retina (CGR), que transmiten información visual al cerebro. En el estudio, los investigadores descubrieron que una menor densidad de CGR se asociaba con un mayor riesgo de demencia, incluso después de ajustar otros factores de riesgo conocidos.
Los problemas de visión pueden ser un signo temprano de deterioro cognitivo. La pérdida de visión puede afectar la forma en que las personas procesan la información visual, lo que puede provocar problemas de memoria, atención y resolución de problemas. Además, los problemas de visión pueden conducir al aislamiento social y la inactividad física, que a su vez pueden aumentar el riesgo de demencia.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones importantes para el diagnóstico precoz de la demencia. Las pruebas de visión podrían usarse como una herramienta de detección temprana para identificar a las personas con mayor riesgo de desarrollar demencia. La detección precoz permite intervenciones tempranas, como cambios en el estilo de vida, medicación y apoyo cognitivo, que pueden ayudar a retrasar o prevenir el deterioro cognitivo.
Aunque los problemas de visión no son una causa directa de demencia, pueden contribuir al deterioro cognitivo y aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Por lo tanto, es esencial mantener una buena salud ocular a lo largo de la vida. Esto incluye hacerse exámenes oculares regulares, proteger los ojos del daño solar y seguir una dieta saludable.
Además, mantener un estilo de vida saludable, que incluya actividad física regular, una dieta equilibrada y estimulación cognitiva, puede ayudar a reducir el riesgo de demencia. Las intervenciones que mejoran la función visual, como el entrenamiento visual y la terapia de luz, también pueden ser beneficiosas.
El estudio ha demostrado que la visión juega un papel importante en la salud cognitiva y que los problemas de visión pueden ser un signo temprano de deterioro cognitivo. La detección y el tratamiento tempranos de los problemas de visión pueden ayudar a reducir el riesgo de demencia y mejorar la calidad de vida de las personas mayores.