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Mientras que el ejercicio cardiovascular es esencial para mantener un corazón saludable y la resistencia, el entrenamiento de fuerza es crucial para desarrollar y mantener la masa muscular, lo que a su vez ayuda a mejorar el metabolismo, la movilidad y la independencia a medida que envejecemos.
Tradicionalmente, estas dos formas de ejercicio se han realizado por separado, pero un nuevo enfoque revolucionario está ganando popularidad: el entrenamiento concurrente.
El entrenamiento concurrente implica combinar ejercicios de fuerza y cardiovasculares en una sola sesión. En lugar de realizar una sesión de entrenamiento de fuerza seguida de una sesión de entrenamiento cardiovascular, el entrenamiento concurrente alterna entre los dos a intervalos regulares.
Por ejemplo, una sesión de entrenamiento concurrente puede incluir:
El entrenamiento concurrente ha demostrado ser más eficaz para aumentar la fuerza y la resistencia que realizar las dos formas de ejercicio por separado. Esto se debe a que el entrenamiento concurrente desafía constantemente al cuerpo y lo obliga a adaptarse a las demandas tanto del ejercicio de fuerza como del cardiovascular.
El entrenamiento concurrente ayuda a perder grasa y ganar músculo. El ejercicio de fuerza ayuda a desarrollar la masa muscular, mientras que el ejercicio cardiovascular ayuda a quemar calorías. La combinación de estos dos tipos de ejercicio puede conducir a una composición corporal mejorada.
El entrenamiento concurrente se ha relacionado con un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y diabetes tipo 2. Esto se debe a que el ejercicio de fuerza ayuda a mejorar la salud cardiovascular, mientras que el ejercicio cardiovascular ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre.
El entrenamiento concurrente ha demostrado mejorar la función cognitiva, incluida la memoria y el aprendizaje. Esto se debe a que el ejercicio de fuerza aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, mientras que el ejercicio cardiovascular ayuda a liberar endorfinas, que tienen efectos positivos en el estado de ánimo y la función cerebral.
Si es nuevo en el ejercicio concurrente, es importante comenzar gradualmente. Comience combinando sesiones cortas de ejercicio de fuerza y cardiovascular, y aumente gradualmente la duración e intensidad de sus entrenamientos con el tiempo.
También es importante elegir ejercicios que sean adecuados para su nivel de condición física. Si no está seguro de cómo comenzar, consulte con un entrenador personal o un fisioterapeuta.
El entrenamiento concurrente es una herramienta valiosa para las personas mayores de 60 años que desean mejorar su fuerza, resistencia y salud general. Si está buscando una forma eficaz de mantenerse activo y saludable, considere incorporar el entrenamiento concurrente en su rutina de ejercicios.