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El sueño de una escapada romántica o de un viaje de negocios en el corazón de Madrid se convirtió en una pesadilla para una pareja que reservó y pagó su alojamiento a través de Booking.com, solo para encontrarse con una desagradable sorpresa a su llegada.
Con entusiasmo y anticipación, habían reservado tres noches en un encantador apartamento del centro de la ciudad, a un precio razonable de 1.000€. El proceso de reserva fue fluido y sin problemas, y recibieron una confirmación por correo electrónico que detallaba su alojamiento y el monto total pagado.
El día de su llegada, llegaron al apartamento con las maletas a cuestas, llenos de emoción. Sin embargo, su alegría se convirtió rápidamente en confusión cuando el propietario les informó que faltaba un pago adicional de 250€. Los clientes quedaron desconcertados y mostraron su confirmación de reserva, que claramente indicaba que habían pagado todo el importe por adelantado.
El propietario se mantuvo firme en su demanda, alegando que había habido un error en el sistema de reservas y que necesitaban pagar la cantidad adicional de inmediato. Los clientes, cada vez más frustrados, se negaron a pagar más, ya que ya habían cumplido con su obligación contractual.
Con el tiempo agotándose y sin otra opción de alojamiento a la vista, los clientes contactaron con Booking.com para resolver el problema. Sin embargo, su llamada fue recibida con indiferencia y frustración. El agente de atención al cliente les informó que no podían reembolsarles el pago y que no podían garantizarles un alojamiento alternativo.
Los clientes se sintieron abandonados y engañados, atrapados en un callejón sin salida. Habían pagado por un servicio que no se les prestó y se les negó un reembolso o una compensación.
Además de la pérdida financiera de 1.000€, los clientes sufrieron una angustia emocional significativa. Su viaje planeado se arruinó, sus planes se desbarataron y su confianza en las plataformas de reserva online quedó profundamente sacudida.
Intentaron presentar una queja formal a Booking.com, pero el proceso fue lento y engorroso. Sus correos electrónicos fueron ignorados o respondidos con respuestas genéricas que no abordaban sus inquietudes.
Este incidente sirve como un fuerte recordatorio para los viajeros que reservan alojamientos a través de plataformas online:
Los clientes que experimentan problemas similares deben perseverar y buscar una resolución justa. No dude en contactar con la plataforma de reservas en cuestión, presentar una queja formal y explorar opciones legales si es necesario.
En última instancia, el objetivo es proteger a los viajeros de prácticas poco éticas y garantizar que tengan experiencias de viaje seguras y satisfactorias.