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El otoño es una época de cambios, no solo en la naturaleza, sino también en nuestro cuerpo. Uno de los efectos más visibles es la caída del cabello, que se acentúa en esta estación del año. La experta en dermofarmacia y divulgadora científica, Marián García, conocida como Boticaria García, explica que este fenómeno se debe a un proceso fisiológico conocido como efluvio telógeno.
El efluvio telógeno es un tipo de caída del cabello que se produce cuando una gran cantidad de folículos pilosos entran en fase de reposo (telogen) al mismo tiempo. Normalmente, los folículos pilosos pasan por un ciclo de crecimiento (anágena), reposo (telogen) y caída (catágena). La fase de crecimiento dura unos dos años, mientras que la fase de reposo dura unos tres meses.
En otoño, debido a los cambios hormonales y ambientales, una mayor cantidad de folículos pilosos entran en fase de reposo, lo que provoca una caída del cabello más acusada. Este proceso suele durar unos tres meses, por lo que la caída del cabello suele ser más intensa en octubre, noviembre y diciembre.
Los cambios hormonales y ambientales que se producen en otoño son los principales responsables del efluvio telógeno. Estos cambios incluyen:
Estos factores pueden provocar un desequilibrio hormonal que favorece la entrada de los folículos pilosos en fase de reposo. Además, el otoño suele ser una época de estrés, debido a la vuelta al trabajo o la escuela, lo que también puede contribuir a la caída del cabello.
Aunque el efluvio telógeno es un proceso fisiológico que no se puede prevenir por completo, hay algunas medidas que podemos tomar para reducir la caída del cabello en otoño:
En la mayoría de los casos, la caída del cabello en otoño es un proceso temporal que se resuelve por sí solo en unos meses. Sin embargo, si la caída del cabello es excesiva o persistente, es importante consultar con un dermatólogo para descartar otras posibles causas.
Es importante consultar con un dermatólogo si:
El dermatólogo podrá evaluar la causa de la caída del cabello y recomendar el tratamiento más adecuado.