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En una entrevista reciente, el legendario director Ridley Scott habló abiertamente sobre el fracaso comercial de sus primeras películas, incluyendo Blade Runner. Scott atribuyó el fracaso a la interferencia de los ejecutivos del estudio, que, según él, no entendían su visión creativa.
Pensaban que era demasiado oscura, demasiado lenta, demasiado compleja, dijo Scott. Querían una película de acción más simple y directa. Pero yo me negué a comprometer mi visión. Quería hacer una película que fuera fiel a la novela de Philip K. Dick, y eso es lo que hice.
A pesar de su recepción inicial negativa, Blade Runner se ha convertido desde entonces en una película de culto y es ampliamente considerada como una obra maestra de la ciencia ficción. Scott, sin embargo, cree que el fracaso de la película le ayudó a crecer como director.
Me enseñó que tenía que confiar en mi instinto y no dejar que los demás me dictaran cómo hacer mis películas, dijo. Y me dio la fuerza para defender mis creencias, incluso cuando la opinión pública está en mi contra.
Scott compartió algunas lecciones que aprendió de sus primeras experiencias con ejecutivos de estudio:
Mirando hacia atrás en sus primeros fracasos, Scott dice que no se arrepiente de nada.
Me hicieron el director que soy hoy, dijo. Aprendí mucho de esas experiencias, y me ayudaron a desarrollar una piel más gruesa.
Scott también cree que sus primeros fracasos lo hicieron apreciar más el éxito.
Cuando finalmente tuve éxito, me sentí aún más orgulloso porque sabía lo difícil que había sido llegar allí, dijo.
Para los aspirantes a cineastas, Scott ofrece el siguiente consejo:
Sé fiel a ti mismo. No dejes que nadie te diga lo que puedes o no puedes hacer. Y nunca te des por vencido. El éxito es un viaje, no un destino.