Europa se embarca en la hazaña del túnel submarino más extenso, superando a China en infraestructura

Europa construye el mayor túnel submarino del mundo

En construcción de infraestructura, solo China nos supera

Europa se encuentra enfrascada en la construcción del túnel submarino más grande del mundo, un proyecto faraónico que dejará en la sombra a su actual poseedor del récord, el túnel del Canal de la Mancha. Este nuevo túnel, denominado Fehmarnbelt, conectará las islas danesas de Lolland y Fehmarn con la costa alemana de Holstein, reduciendo significativamente los tiempos de viaje y abriendo nuevas oportunidades económicas.

Un desafío de ingeniería sin precedentes

El túnel Fehmarnbelt es una obra de ingeniería excepcional que pondrá a prueba los límites de la innovación. Su longitud total será de 18 kilómetros, lo que lo convierte en el túnel submarino más largo del mundo. Para su construcción, se utilizarán más de 10 millones de toneladas de hormigón y 500.000 toneladas de acero, una cantidad suficiente para construir 30 Torres Eiffel.

1. Tubos sumergidos: El túnel constará de 18 tubos prefabricados de hormigón, cada uno con una longitud de 210 metros y un diámetro de 9,5 metros. Estos tubos se fabricarán en tierra y luego se sumergirán en su posición final en el fondo del mar.


2. Túneles de acceso: Para conectar los tubos sumergidos con tierra firme, se construirán túneles de acceso en ambos extremos del túnel. Estos túneles se excavarán utilizando máquinas tuneladoras, creando túneles con un diámetro de 14,5 metros.


3. Ventilación y seguridad: El túnel contará con un avanzado sistema de ventilación para garantizar la calidad del aire y la seguridad de los usuarios. También se instalarán numerosos sistemas de vigilancia y extinción de incendios para proteger el túnel y a sus ocupantes.

Beneficios económicos y sociales

El túnel Fehmarnbelt no es solo una obra de ingeniería impresionante, sino que también tendrá un impacto económico y social significativo. Se espera que reduzca los tiempos de viaje entre Dinamarca y Alemania en un 75%, lo que facilitará el comercio, el turismo y el intercambio cultural.

• Reducción de los tiempos de viaje: El túnel reducirá significativamente los tiempos de viaje entre las islas danesas y Alemania. Actualmente, se tarda unas cuatro horas en cruzar el estrecho de Fehmarn en ferry. El túnel reducirá este tiempo a solo 10 minutos.


• Impulso al comercio y el turismo: El túnel facilitará el transporte de mercancías y personas entre Dinamarca y Alemania, lo que impulsará el comercio y el turismo. Se espera que el túnel aumente el tráfico de mercancías en un 50% y el tráfico de pasajeros en un 100%.


• Creación de empleo: La construcción y operación del túnel crearán numerosos puestos de trabajo en ambas orillas del estrecho de Fehmarn. Se estima que el proyecto generará más de 30.000 puestos de trabajo durante la fase de construcción y 10.000 puestos de trabajo permanentes durante la fase de operación.

Retos medioambientales

La construcción de un túnel submarino de tal envergadura conlleva necesariamente ciertos retos medioambientales. Para minimizar el impacto, los ingenieros han adoptado numerosas medidas:

• Dragado y rellenado: El dragado del fondo marino y el rellenado para crear las rampas de acceso al túnel se realizarán con cuidado para minimizar la alteración del hábitat marino.


• Protección de la vida marina: Se tomarán medidas para proteger la vida marina durante la construcción, incluida la instalación de barreras acústicas para mitigar la contaminación acústica y la protección de los hábitats sensibles.


• Vigilancia medioambiental: Se establecerá un programa de vigilancia medioambiental para supervisar el impacto del túnel en el entorno marino y adoptar medidas correctoras según sea necesario.

El futuro de la infraestructura europea

El túnel Fehmarnbelt es un testimonio del ingenio y la innovación de Europa en materia de construcción de infraestructura. Su finalización en 2029 no solo conectará físicamente a Dinamarca y Alemania, sino que también simbolizará la creciente integración y unidad de Europa.

Este proyecto es un presagio del futuro de la infraestructura europea, en el que la innovación y la sostenibilidad se unen para crear conexiones más eficientes y sostenibles entre las diferentes regiones de Europa.